Vie. Mar 29th, 2024

Veces vienes modosa, tímida, con un amor que se me antoja de espumas blancas y burbujas sedantes. Pero otras, te abalanzas sobre mi cuerpo desnudo, sobre mis huesos limpios, recordando a cada instante, un siglo tras cada año, que tu única misión, tu pertinaz locura es nada más que desgastarme las entrañas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 × uno =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.