Jue. Dic 12th, 2024

Por Ramón Grosfoguel

Lo ocurrido en Siria es una gran derrota para el eje de la resistencia. Siria será balcanizada en fragmentos como Libia y sucumbirá en una guerra civil interminable mientras los imperialistas (al igual que en Libia) roban su petróleo a diario. No podemos celebrar el reemplazo de Assad por ISIS/Al-Qaida en Siria como lo hacen la pseudoizquierda y algunos nacionalistas sirios junto con el mundo imperialista occidental. Esto no fue una continuación de los levantamientos árabes de 2011. No hubo ninguna revuelta popular contra Assad. Esta fue una invasión combinada con un golpe de estado imperialista/sionista/OTANISTA.

Obviamente, entre sanciones y bloqueos sumados al carácter despótico del régimen de Assad, su gobierno estaba agotado y contaba con una débil legitimidad popular tras una década de guerra civil. HTS, el grupo terrorista que tomó el poder, es una fusión de ISIS y Al-Qaida. Hubo una subestimación del peligro de invasión por parte del propio Assad, que sabía por fuentes iraníes unos meses antes de su caída que se estaba organizando un contingente militar terrorista en el lado turco de la frontera con la ayuda de la OTAN, Israel y Erdogan. Este último mintió cuando hace unas semanas el gobierno sirio le preguntó sobre los movimientos militares en el lado turco de la frontera y negó que existiera peligro de invasión a Siria.

También hubo traición por parte de algunos generales claves del ejército sirio. La claudicación y desmovilización del ejército sirio ante la invasión y la inminente debacle, se llegó entonces a un acuerdo entre Assad, generales del ejército sirio, Irán y Rusia con los terroristas del HTS para que la invasión takfiri tomara el poder del Estado de forma pacífica, sin combates militares, ni enfrentamientos. Irán, Rusia y el eje de la resistencia no tuvieron otra opción que negociar y no intervenir ante la falta de voluntad de Assad y su ejército para contraatacar y combatir la invasión de los takfiris de la OTAN.

Diez años de guerra imperialista y sanciones pasaron factura a Siria. Un ejército como el sirio, donde los generales mejor pagados ganaban 40 dólares al mes, se presta fácilmente a la corrupción y la traición. En términos de moral, es difícil competir con un ejército de 30.000 a 50.000 mercenarios terroristas pagados por los imperialistas y sionistas con salarios de entre mil y dos mil dólares mensuales. Pero el problema no es solamente el dinero, es también ideológico. El régimen de Asad es uno que no promueve una conciencia crítica entre sus filas. La desmoralización y la corrupción del ejército sirio no le permitieron tener el valor de iniciar una nueva guerra civil. Miles de soldados desertaron al ver la traición de sus líderes. Básicamente, el ejército terrorista apoyado y organizado por Erdogan, Israel y la OTAN, caminó desde la frontera turca hasta Damasco sin confrontación ni resistencia militar. Los ganadores son Erdogan, Netanyahu, Qatar, los emiratos y los imperialismos estadounidense y europeos con pleno apoyo de la OTAN.

La caída de Assad es una derrota muy, muy importante para el eje de la resistencia. A nadie le gusta el gobierno de Assad, pero tenemos que mirar el contexto geopolítico imperialista/sionista global. El régimen de Assad, a pesar de sus tendencias despóticas, representó la defensa de la soberanía y la existencia de un Estado sirio unificado aliado al eje de resistencia. Su caída supone un duro golpe a la resistencia y conllevará la fragmentación del territorio en pedazos similares a Irak y Libia. A los imperialistas no les gustan los estados fuertes que se le enfrentan.

La resistencia en el Líbano y Palestina va a ser ahora mucho más difícil. El corredor de armas desde Irán hasta Hezbollah vía Siria termina con la caída de Asad. Hezbollah está ahora más aislado y acorralado que nunca, incapaz de reemplazar fácilmente sus armas, misiles y balas. Va a quedar significativamente debilitado.
Sin embargo, Hezbollah ha demostrado en muchas ocasiones en el pasado su capacidad para superar dificultades y desafíos.

Todo lo anterior es un duro golpe a la resistencia palestina en Gaza, que ahora enfrentará aún más desafíos y dificultades ante un genocidio brutal.

Siria, al igual que Libia, desaparecerá como Estado unificado y se fragmentará en pedazos en una guerra civil interminable con diferentes territorios controlados por diversos grupos étnicos y potencias imperialistas. A partir de ahora será mucho más fácil para Israel impulsar la limpieza étnica de Palestina. El mismo día de la caída de Assad, Israel tomó más territorio en del sur de Siria y destruyó todo el arsenal de armas del eje de la resistencia bombardeando todos en territorio sirio.

Los perdedores son el eje de la resistencia, el mundo multipolar, Irán, China, los cristianos sirios, los chiítas sirios, los libaneses, los palestinos y la Federación Rusa. Aunque todo parece indicar que Rusia, al ver al ejército de Assad entregando los territorios a los terroristas sin combate militar, hizo un pacto donde los takfiris ahora protegen la seguridad de las bases militares rusas en Siria. Además, la diplomacia rusa apoyaba activamente la llegada “pacífica” de los takfiris y las negociaciones para convencer a Assad de que abandonara el país. Era imposible e insostenible para Rusia e Irán participar en una guerra sin la participación del ejército sirio. Además, aparentemente hay un realineamiento ruso diferente en la región. Parece como si Rusia se estuviera acercando a Turquía y alejándose de Irán. Pero esto último aún está por confirmar.

Otra afectada es la Ruta de la Seda de China, que de momento se encuentra paralizada a la espera de una entrada al mar Mediterráneo. Occidente posiciona ahora a Israel como el nuevo epicentro del comercio entre Asia y Europa/Mar Mediterráneo.

Erdogan es el gran traidor de toda esta contienda y el genocida Netanyahu es el gran ganador. Hay un cambio radical en toda la geopolítica de Oriente Medio. Hay lecciones que aprender de los errores cometidos por el eje de la resistencia, pero ese es un tema para otra conversación. Esto último es una conversación necesaria porque los movimientos de resistencia necesitan aprender de los errores para hacerlo mejor la próxima vez. La lucha sigue….

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