HERRAMIENTAS DE COMUNICACIÓN EN LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
En el tiempo actual, la velocidad de los cambios supera con creces nuestra capacidad de adaptarnos a ellos. Si adecuamos el significado de esta frase a los medios de comunicación, entendiendo como tal a los canales que la población escoge para mantenerse “informada” más allá de la credibilidad de dicho canal, esa poca capacidad es si cabe mayor.
Desde el movimiento social seguimos repitiendo la frase popularizada en tiempos del 15 M, “Apaga la tele y enciende tu mente”, obviando que hoy las redes sociales y los servicios de noticias exprés ocupan el lugar del televisor a golpe de dedo en nuestro Smartphone. El aprovechamiento del capitalismo y de las grandes corrientes de opinión ligadas a él a través de sus empresas y gobiernos han sabido rentabilizar a la velocidad de la luz lo que supone la dependencia total al teléfono móvil de la población y la necesidad de mirar cada cinco minutos, en el mejor de los casos, la pantalla. En los atascos de tráfico, al parar en un semáforo en rojo, cuando vamos a cagar al baño, al acostarnos y de nuevo al levantarnos, mientras esperamos a nuestra hija a la salida del colegio, en la cola de la compra…saturación de titulares de información, pero sin tiempo real para conocer la noticia en profundidad, lo que no quita que cacareemos el manipulado y persuasivo mensaje de cabecera en nuestro entorno cercano y a su vez, a través de nuestras propias redes sociales. ¿Es menos real aquello que se da por cierto por repetición que lo verdaderamente ocurrido? Tristemente aquel refrán de la mentira cien veces repetida, en este retuiteada, vuelve a convertirse en verdad.
El papel de los movimientos sociales, de nuestro pequeño colectivo en esta selva de competencia de información para nada digerida se nos hace muy complejo. Pelear porque nuestra información, nuestros comunicados y acciones de denuncia tengan un sitio real e incidente en la realidad que nos rodea nos parece casi imposible, pero estamos obligadas a intentar abrir un canal de comunicación real, para combatir en la medida de nuestras posibilidades, la versión oficial que nos alinea.
En este artículo veremos algunas formas de generar comunicación desde los movimientos sociales, qué canales podemos utilizar y cuales construir para no depender de otros medios que no sean los nuestros o los de nuestras iguales.
Poco a poco, los medios que habíamos generado digamos de manera tradicional, prensa escrita y páginas webs de opinión e informativas, pequeñas televisiones comunitarias y en mayor medida las conocidas radios comunitarias, fuero quedando relegadas a los oídos y ojos de sectores de la población que, bien por la costumbre de pertenecer a generaciones anteriores, bien por falta de recursos para acceder con facilidad a internet o por lógicas militantes de mantenerse informadas y entretenidas por sectores que entienden la necesidad de crear otro mundo mejor, también desde la comunicación, seguían buscando nuestros medios en las plataformas convencionales. Salvando el caso de nuestras radios en los transportes personales, tales como turismos y taxis, donde hasta la fecha, y salvo casos concretos de nuevos modelos con acceso a la red, se sigue apostando más de lo que a priori se pudiera creer por la FM (frecuencia modulada), lo que atañe a muchas de las radios del sector comunitario que siguen en activo en el formato de onda. Los datos oficiales de los primeros meses de 2021 apuntan a un crecimiento de 150 mil personas, llegando en el actual estado español a 22.290.000 oyentes, lo que sigue situando al clásico medio en uno de los favoritos para la población en general.
No obstante, la irrupción aplastante de las redes sociales como plataformas elegidas por gran parte de la población, sobre todo joven pero no sólo, para ser “informadas” y depositar en ellas su confianza para leer y analizar la realidad así como para manifestarse sobre ella y tomar partido, puso de una u otra manera, a todo el sector en una encrucijada difícil de solucionar. De un día para otro, la televisión capitalista y convencional, dejaba de ser el mayor medio a combatir, para entrar en el debate de si nuestros medios debían participar y tener hueco propio o no, en estas nuevas herramientas del sistema para generar opinión, a la vez que para controlar nuestras vidas y preferencias vitales de múltiples maneras. El conflicto estaba servido y hasta hoy llega el debate. Algunos medios apostaron y apuestan por mantenerse fieles a sus comienzos fuera de estos nuevos sectores y otros, como el nuestro hemos optado, no faltas de cuidados y desconfianza, en utilizar estas nuevas plataformas estando presente en muchas de ellas e intentando abrir hueco a nuestras lógicas comunitarias, libres y transformadoras desde el corazón de la bestia. No queriendo renunciar a muchísimas personas de nuevas generaciones que no entienden la vida sin la relación con estas plataformas, y a las que las antiguas maneras comunicativas, que también mantenemos, sólo les suena de oída en el mejor de los casos. Es así que en el presente combinamos las viejas y las nuevas formas en un planteamiento transversal pero en profundidad de nuevos espacios desde los que abrir brecha para exponer nuestras luchas y lógicas en el mundo digital que estamos viviendo.
Las herramientas cambian, pero las lógicas desde el cómo utilizarlas y para qué, vienen siendo las mismas. Desde una “estrategia multicanal” nos centramos en los propios canales de comunicación para optimizarlos al máximo. Los usamos de la forma más eficiente para satisfacer las necesidades de la oyente, aprovechando individualmente las ventajas de cada uno, siempre localizándolos en última estancia en nuestros propios canales de creación y difusión:
Hoy las redes sociales nos permiten conectarnos, como nunca antes y de una manera mucho más personal, con nuestra audiencia. Las redes sociales, para bien o para mal, se han convertido en una parte integral de nuestras estrategias de comunicación, programación y retroalimentación con las oyentes. Cuidando siempre la elaboración de contenidos propios y en profundidad alojados en última estancia en nuestros espacios, y teniendo en cuenta que el funcionamientos de estas plataformas están generadas para el control y la utilización de nuestros datos con fines publicitarios, de mercado y políticos, utilizamos sus espacios para generar impacto y relación, a la vez que hacemos de altavoz para las acciones y denuncias del movimiento social del Archipiélago Canario y fuera de nuestro país, en una suerte de guerrilla comunicativa que combina lo espontaneo con el proceso lento y hondo del espacio de cambio social que construimos en paralelo y autogestionado desde nuestras realidad comunitarias sostenidas en espacios de relación real y para la vida otra que deseamos.
No es una opción sencilla ni fácil, el escenario mediático es monstruoso y desigual además de controlado por grupos de poder, y ante ello pretendemos situar una contrainformación que pone en cuestionamiento los intereses hegemónicos. Además no ayuda algunos vicios adquiridos a la hora de comunicar desde nuestros espacios, cayendo en la creación de contenidos aburridos, endogámicos, sólo dirigidos a nosotras mismas, sin constancia ni ritmo, contenidos aislados, difusos y sin continuidad, carentes de proceso y, en muchas ocasiones incluso inexistentes. Es vital el preguntarse: ¿A quién queremos llegar? Y ¿Cómo vamos a hacerlo?
Para ello es importante la construcción que en cada campaña informativa exista un relato propio, teniendo bien en cuenta y analizando previamente Qué queremos comunicar, desde dónde parte la información y Quién lo está diciendo, A Quién se lo estamos diciendo, Qué Canal estamos utilizando para hacerlo y si es el adecuado, Cuál es el objetivo de la campaña, el Para Qué, y Cuándo es el momento de lanzarla y bajo que marco específico. A su vez debemos apostar desde un primer momento por nuestros propios medios de comunicación ante los del sistema, confiando en su efectividad y teniendo un trato preferencial con ellos. Demasiadas veces ponemos todo nuestro potencial en la espera de que aparezca en sus medios una noticia recortada y sin relevancia, en lugar de apostar por una en profundidad que abarque el tema en los medios comunitarios y libres, que luego podemos ayudar además a difundir sin incoherencias en nuestras propias redes. Con esto no estamos diciendo que no sea importante tener una relación lo más directa y personalizada posible con sus medios de persuasión. Siempre ayuda el entablar una comunicación directa con las periodistas de zona o especializados en nuestras temáticas entablando con ella una relación cómplice y personal, ya que en muchos casos son personas contratadas en precario afines a nuestros fines, que nos pueden facilitar la visibilidad pública.
Por último es indispensable administrar bien la información elaborando materiales concisos y claros, de los que se pueda sacar de forma sencilla el mensaje que queremos transmitir. Muchas veces nos perdemos en textos eternos en lo que lo importante lo situamos erróneamente al final y después de un largo desarrollo, ensuciando el mensaje que queremos a dar y su finalidad.
En definitiva, en los tiempos de caótico bombardeo mediático que vivimos, se nos hace imprescindible añadir a nuestras campañas, luchas y denuncias, una estrategia comunicativa clara y bien trabajada en cada una de nuestras prácticas, que nos ayude a romper nuestras burbujas y hacer que nuestro mensaje llegue a otras sin las que no podemos cambiar la sociedad tal y como anhelamos. Ya saben, solas, a ningún sitio.
Jose Miguel Martín Muñoz – Radio Pimienta. Radio Social y Comunitaria.
Norte de Tenerife. Canarias.
Artículo realizado para el libro:
Nosotras respondemos con la vida «4 Escuelita de Acción Social Crítica Y Transformadora, Canarias»