Sáb. Abr 20th, 2024

Este tercer artículo, dedicado a los instrumentos que pensamos idóneos para luchar contra el capitalismo, viene a sumarse a los otros dos ya publicados: El municipalismo como proceso contra el capitalismo, y La sociedad comunal como alternativa al capitalismo

Sin trabajo asalariado ninguna producción de plusvalía, ya que los individuos se enfrentan como personas libres; sin producción de plusvalía, ninguna producción capitalista. Capital y trabajo asalariado no expresan otra cosa que dos factores de la misma relación. Karl Marx

1. Presentación

Este tercer artículo, dedicado a los instrumentos que pensamos idóneos para luchar contra el capitalismo, viene a sumarse a los otros dos ya publicados: El municipalismo como proceso contra el capitalismo, y La sociedad comunal como alternativa al capitalismo.[1] En la lucha contra el capitalismo, los objetivos del proceso, de los instrumentos y de las alternativas han de ser ambiciosos, digamos revolucionarios. Isabel Rauber lo deja bien claro y explícito cuando dice que hay que “ir positivamente más allá del capital, y no simplemente un derrocamiento del capitalismo […] No habrá posibilidad alguna de superar la trampa cultural del modo de vida generado por el capital si no se rompe de raíz con la lógica de su funcionamiento, es decir, de su producción y reproducción en todos los ámbitos de la vida social. Para ello es vital construir otra lógica, no contraria a la del capital sino radicalmente diferente y superadora, capaz de poner fin a su cadena creciente de exclusión, enajenación, jerarquías, opresión y explotación humanas”.[2] Visto desde otras latitudes culturales, Raúl Zibechi también recalca lo mismo sobre la radicalidad que se ha de exigir a los procesos, a los instrumentos, y a las formas de vida que se proponen como alternativos: “en este momento de crisis del sistema y de crisis civilizatoria, el gran desafío de los movimientos antisistémicos es encontrar modos de producir y de vivir diferentes al capitalismo”.[3]

Nos parece, entonces, que el conjunto de reflexiones que presentamos en esta trilogía cumple definitivamente con estos objetivos. Van contra la lógica del capital, rechazan sus instituciones como medios de transformación, propugnan otro sistema de valores como base de una alternativa regida por el apoyo mutuo y la reciprocidad, son la base de unas formas de vida comunitarias que son antisexistas, anticlasistas, antimilitaristas, antirracistas, antijerárquicas, entre iguales. Es decir, van más allá del capital y del capitalismo, van más lejos. Propugnan la sociedad comunal, la sociedad del common weal o bien común.

2. La Renta Básica como mecanismo de redistribución de la renta e instrumento contra el capitalismo (primera época)

La Renta Básica o el nacimiento de un nuevo derecho

En 1994, la economía española atravesaba una situación muy similar a la que está experimentando el capitalismo desde la crisis del 2008. Por aquel entonces, el paro se situaba en unos 2,5 millones de personas, con la tasa más alta registrada en este país (24,5% de la población activa), a la vez que la pobreza afectaba a un 18% de la población. Transcurridos 16 años, la crisis actual pone en el paro a unos 6,2 millones de personas (27,2%), mientras que la pobreza se disparó hasta alcanzar los 11,5 millones, un 25,5% de la población.[4] Son dos de los desastres sociales que asolan a la población  y a los que el capitalismo nos tiene acostumbrados cada vez que desencadena una de sus crisis sistémicas y periódicas. Nunca llegan solos, sino que los capitalistas los aprovechan para reforzar la caída del poder adquisitivo, la congelación de las pensiones y el recorte de muchas prestaciones sociales. El empobrecimiento de la población va en aumento y es que, en el capitalismo, nadie puede estar tranquilo; es un sistema que, en busca del beneficio de unos pocos, no tiene escrúpulos para enviar a la miseria a las personas que haga falta.

(…)

[1] Originariamente publicados en catalán en http://espaifabrica.cat/ . En castellano pueden leerse en

http://www.kaosenlared.net/colaboradores/itemlist/user/91-jos�iglesiasfern�ndez.html. A recordar también como su publicación base, antes de su fraccionamiento y expansión, es De la Renta básica a la Riqueza comunal, Baladre/Zambra 2013.

[2] Isabel Rauber. Tiempo de revoluciones desde abajo. Itsván Mészáros. Más allá del capital. Hacia una teoría de la transición. En PDF.

[3] Raúl Zibechi. Colonizadores. El pensamiento crítico y las prácticas emancipatorias. Próxima publicación

[4] Otros indicadores de desempleo en el 2012. El número de hogares con todos sus miembros activos en paro se situaba en 1,9 millones y la tasa de paro juvenil sobrepasa ya el 50%, El empleo destruido en España desde el cuarto trimestre de 2007 supera los 3 millones de empleos y el porcentaje de trabajadores temporales en España alcanza más del 25%. En Extremadura, la pobreza y la exclusión social ronda el 41,5%. Según Cáritas, “la pobreza es más extensa, más intensa y más crónica que nunca”. En Europa hay unos 84 millones de pobres.[

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